2 de agosto 2025
Sede de Gobierno UNR- Maipú 1065- Rosario
Modalidad Presencial
Argumento
En el año 2023, nuestras jornadas en Rosario giraron en torno a una pregunta: ¿Cómo empezar? En esa oportunidad nos interrogamos por las entrevistas preliminares y los inicios de un análisis. Los finales de análisis también han ocupado un lugar destacado en nuestras jornadas, especialmente a partir de testimonios de pase y las enseñanzas que estos nos legan. Pero en esta ocasión, ha llegado el momento de dirigir nuestras preguntas hacia los análisis que duran.
Ya Freud en Análisis terminable e interminable nos decía que “la terapia, o sea, el librar a un ser humano de sus síntomas neuróticos (…) es un trabajo largo” (1997 [1937], p.219).
Pero ¿cuán largo? ¿Cuánto duran los análisis? ¿Siempre duraron lo mismo? ¿En qué contexto duran? ¿Podrían durar menos? ¿De qué manera? En las instituciones ¿cuánto duran? ¿Cómo pensar dispositivos de tratamientos breves? Y con los niños, ¿hasta cuándo duran?
Y podemos seguir: ¿Cómo responde el psicoanálisis a los discursos imperativos de la época que reclaman terapias breves, rapidez en los efectos terapéuticos y eficiencia? Y los análisis que duran, ¿se sostienen por sus efectos o se prolongan porque no se cede el goce del bla, bla y al regodeo en el sentido?
Y fundamentalmente: ¿Por qué y para qué duran los análisis?
Los análisis que comienzan están llenos de acontecimientos, de revelaciones, “es algo que muta y la transferencia es una palabra gloriosa para calificar esta mudanza” (Miller, 2011, p. 110). Con la revelación se obtiene una satisfacción, la de encontrar aquello que “estaba en mí que no sabía, pero sí sabía”. Un análisis entonces, se inicia con la formalización de lo amorfo mental que se produce al hablarle a Otro y esta objetivación del síntoma tiene en los inicios efectos terapéuticos muy rápidos.
En cambio, en un análisis que dura, la revelación de los comienzos se hace más escasa, el saber que da satisfacción se va secando y es reemplazado, en su forma esencial, por la repetición. Ya no será tanto un tiempo de comprender y la pregunta que conduce este tiempo ya no será ¿qué quiere decir esto que me pasa? sino ¿qué satisface eso, de qué modo satisface?
Es el tiempo del “ya lo sé, pero aun así”, “de tropezar cada vez con la misma piedra”, “de comprobar el estancamiento que produce la piedra en el zapato” y al mismo tiempo querer atravesarlo. Es el tiempo de chocar con ese hueso duro de roer, con la roca viva de la castración.
Tiempo que dura y es duro, si atendemos a las metáforas con que lo nombramos.
Como dice el poeta, Carlos Drummond de Andrade:
En medio del camino había una piedra
había una piedra en medio del camino
había una piedra
en medio del camino había una piedra.
Nunca me voy a olvidar de ese acontecimiento
en la vida de mis retinas tan cansadas.
Nunca me voy a olvidar que en medio del camino
había una piedra
había una piedra en medio del camino
en medio del camino había una piedra.
Miller (1998) señala que este poema es la alegoría exacta de una cura. La repetición eleva a la piedra al lugar de obstáculo fundamental. “Inicialmente es la existencia de un obstáculo que hace existir la repetición, pero es porque hay repetición que se percibe y aísla el obstáculo” (p.13)
En el trayecto de un análisis, la piedra se va arrinconando cuando el saber avanza sobre el goce. El objeto a, es lo que queda del goce luego de haber sido arrinconado y reabsorbido por la cadena significante, por las vueltas dichas. Es necesario luego un trabajo de desinvestimiento, de cesión de la libido, “para que el interés libidinal se condense en lo que, Lacan llama, el objeto a” (Miller, 2011, pp. 114, 115).
Sobre esto nos ponemos a trabajar.
Existe una piedra en el camino.
Un análisis opera con la piedra con el fin de modificar su uso.
Quizás la hace más etérea, como en la pintura de René Magritte y pueda flotar más liviana y aireada, entre el mar y las nubes.
Veremos en estas Jornadas cómo es posible hacerlo.
Ejes temáticos:
- Lo infantil en la duración de un análisis
- La duración del análisis con niños
- Cuando los análisis duran en el autismo
- Cuando los análisis duran en las psicosis
- El obrar del analista y vicisitudes de la transferencia en los análisis que duran
- Lo real en la práctica analítica. Uso y función del tiempo de los análisis que duran.
- La práctica analítica y su duración en las instituciones
Referencias bibliográficas
- Andrade, Carlos Drummond, (1997) de Antología poética, Río de Janeiro. Editora Record. 36 edición. (p.196)
- Freud, S., (1997) “Análisis terminable e interminable”, Obras completas, Vol. XXIII, Buenos Aires, Amorrortu.
- Miller, J.-A., (2011) “Sutilezas analíticas”, Buenos Aires, Paidós.
- Miller, J. A. (1998) El hueso de un análisis, Barcelona. Tres Haches.
Responsable: Diana Wolkowicz
Comisión organizadora:
Verónica Lagamma, Natalia Thomas, Silvia Martínez y Romina Martínez Santoro
Directorio:
Silvana Facciuto- Directora
Florencia Bojanich- Secretaria
Gustavo Mastroiacovo- Tesorero
Virginia Thedy- Secretaria de Biblioteca
Cecilia Gorodischer- Secretaria de Carteles
Instancia Diagonal:
Carlos Rossi
Carolina Rovere
Silvana Facciuto