Cuerpo y fin de análisis.

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Por Marcela Ramos

 

En el fin de análisis: ¿Qué satisfacción?, ¿Qué cuerpo?

Satisfacción

Con Los divinos detalles (1) ligué la satisfacción al Edipo y al objeto a Jacques-Alain Miller se pregunta “por qué se goza mal” (2) Responde: para Freud, por el Edipo. La “prohibición” del incesto que instaura el padre hace necesaria la “sustitución” del objeto de la pulsión. Y el nuevo objeto genital no alcanza a integrar los elementos perversos de lo pre-genital. El pase Freudiano sería, entonces, franquear el Edipo.

 

Pero para Jacques Lacan, dice Miller, el verdadero objeto de la pulsión es la satisfacción, el objeto a: “alteración del cuerpo sentida como satisfacción” (3) Al ser incorpóreo, sólo es posible “imaginar que se puede hablar de goce del cuerpo” (4) Al hablar de goce, agrega que Lacan inventa un tipo de satisfacción unificadora del dualismo pulsional mítico Eros-Tánatos Freudiano. Así, el pase sería el atravesamiento del fantasma.

Piezas Sueltas (5) muestra la satisfacción ligada al Sinthome. En el capítulo “Del objeto a al Sinthome” Miller dice que con el S1 se aborda la función del nombre del padre y la identificación; mientras que con el objeto a se puede pensar el goce que se hace legible con el S1. Sin embargo, es con el Sinthome que se puede atrapar “el goce sin el S1”. (6)  Al citar a Lacan en “El Acto Psicoanalítico” da cuenta de lo que llama “el goce en el psicoanálisis”: “A partir de la estructura de ficción […] el sujeto dará cuerpo (étofe) con su ser mismo a la producción de un irreal” (7) Pero, ¿qué pasa cuando hay que ver “el goce sin el psicoanálisis”? (8) El Sinthome es indispensable. Siguiendo esta línea, el pase implicaría el arribo a la satisfacción del Sinthome.

 

Cuerpo

En El lugar y el lazo (9) Eric Laurent busca “captar cómo hace el sujeto para tener un cuerpo e incluso prescindir de él” (10)

En principio, responde que el cuerpo en la obra de Lacan está ligado al estadio del espejo. Allí, el sujeto, ante la imagen, experimenta una excitación; pero sólo logra tener un cuerpo a través de las identificaciones simbólicas: el cuerpo forma.

Luego, en “Observación sobre  el informe de Daniel Lagache”, Lacan agrega el espejo cóncavo al plano, con el cual logra atrapar las flores. Así, dice Laurent, se suma la modalidad pulsional de tener un cuerpo; el cuerpo libidinal.

Por último, Laurent alude al Seminario 23 para explicar que Lacan piensa el tener un cuerpo sin tener imagen: “La idea de sí mismo como cuerpo […] es precisamente lo que se llama el ego. Si al ego se lo llama narcisista, es porque […] hay algo que sostiene al cuerpo como imagen. En el caso de Joyce, […] esta imagen no [está] implicada.”. (11) Joyce llega a hacer de su obra su Sinthome, enraizado en el “broche del cuerpo con el goce”. Broche que Laurent denomina como “del orden de un narcisismo radical” (12). Aquí, considero al cuerpo como la consistencia propia del Sinthome.

 

Fin de análisis

En El lugar y el lazo  (13) Marie Hélène Roch deduce una versión del pase del Seminario 23. Dice que si para Joyce el cuerpo es la letra, la consistencia, “lo que mantiene junto” (14); el pase es el “esfuerzo para decidir un rasgo” (15) con consistencia propia. Un rasgo formado a partir de un acontecimiento de cuerpo.

A su vez, Miller refiere al pase en el 76 de Lacan como aquel que se sostiene en una satisfacción; siendo entonces “testimonio” de “un  goce convertido en sentido” (16)

 

Antes, durante y fin

El testimonio de Roch (17) se apoya en un acontecimiento de cuerpo, un tic, un parpadeo, ante el sufrimiento precoz del sujeto por la muerte del padre.

Roch indica tres versiones del “misterio de la encarnación” que le permiten la salida de la “ilusión virtual” (18). La primera, citando a François Regnault, es la figura de la marioneta: “cuerpo agitado por un real situado en otra parte” (19); cuerpo con urgencia de satisfacción que considero como fundamentalmente anterior al inicio del análisis.

La segunda versión es la de Sygne de Coufontaine, quien muestra un tic, un movimiento de cabeza, que indica un no. Roch asocia a esta figura con la versagung; término que Lacan traduce como rechazo. Es allí donde opera el analista. En la clínica de Roche, “el acontecimiento del cuerpo puso en juego la memoria y la represión […] empujando la creencia hasta hacerse el rehén del verbo encarnado” (20) estado del cuerpo que sostengo es al que se arriba durante un análisis.

Por último, la invención del “Guiño” que escupe el “quiebre del cuerpo” es la reducción a la que llega Roch cuando ya nada se articula. Ella “apuesta”, invierte el “quiebre del cuerpo” en “prisa del pase” y constata que “la pulsión se hace en un guiño con la vida” (21) cuerpo que interpreto se obtiene al final de análisis con el cese de urgencia de satisfacción.

 

1- Miller, Jacques-Alain, “Los divinos detalles”, Paidós, Bs. As, 2010.

2- idem p 130

3- idem p 141

4- idem p 142

5- Miller, Jacques-Alain, «Piezas Sueltas», Paidos, Bs. As., 2013

6- idem p 116

7- idem p. 114

8- idem p 114

9- Miller, Jacques-Alain, “El lugar y el lazo”, Paidós, Bs. As, 2013.

10- idem p 67

11- idem p 69

12- idem p 71

13- Miller, Jacques-Alain, “El lugar y el lazo”, Paidós, Bs. As, 2013.

14- idem p 365

15- idem p 367

16- idem p 211

17-Roch, M-H., “Guiño” en “El Caldero de la Escuela”, N° 78, Bs. As, 2000.

18-  idem p 48

19- idem p 49

20- idem p 50

21- idem p 51

 

*Marcela Ramos (Adherente de la EOL Sección Córdoba . AMP). Presentado en las XVI Jornadas Anuales Sección Rosario: Nuevos cuerpos. Nuevas satisfacciones. Respuestas del psicoanálisis  el 4 de Octubre de 2014, en la ciudad de Rosario.