“SÍNTOMAS Y GOCES CONTEMPORÁNEOS ¿CÓMO ORIENTARSE EN LA EXPERIENCIA ANALÍTICA?”
VIERNES 25 Y SÁBADO 26 DE AGOSTO DE 2006
El Psicoanálisis hoy se ve confrontado a asumir la responsabilidad que le toca, intentando dar respuesta a los síntomas y a las modalidades de goce contemporáneas. Siendo su fundamental herramienta, la palabra, tendrá que incidir en la subjetividad moderna cercada por el empuje actual al silencio del goce autista. El Otro Social impreso en los discursos dominantes de cada época de la historia humana ha cambiado a través de los siglos, trayendo como consecuencia, diferentes modalidades de vivir la pulsión.
Conjuntamente, el síntoma ha ido variando en la manera que se inscribe en el campo del Otro Social, renovando su envoltorio formal respecto de su núcleo de goce (a). Si hace apenas treinta años se pensaba en la posibilidad de destituir al Amo, el debate en la actualidad en cambio, se hace la pregunta de cómo introducir un límite respecto de lo que ha desencadenado el discurso científico y su vinculación con el Capitalismo. Los efectos son de un más y más sin límite, más rentabilidad, más rápido, más consumo, más goce…
El discurso del Amo trata de separar al sujeto del goce, reservando la satisfacción del mismo dentro del marco del fantasma. Por esta razón éste discurso es la condición para que el Psicoanálisis aparezca como su envés. Hoy, en la época del Otro que no existe, la subjetividad se encuentra dominada por el imperio de un único Amo, el Mercado, que habiendo abolido al Amo antiguo y asociado al Discurso Capitalista, forcluye al sujeto y uniformiza su goce, reestableciendo una conexión entre el sujeto y el goce sin corte alguno, eludiendo la castración. ¡Goza! dice el Mercado, mandato superyoico, cada quien puede reivindicar su derecho al goce, todo es posible de obtener a cambio de un valor económico.
El reinado del objeto ha operado una depresión de los significantes, opacando la faceta simbólica de los síntomas. ¿Qué lugar entonces para el Psicoanálisis qué opera desde lo simbólico sobre lo real? ¿Qué posibilidad para operar sin renunciar a sus principios? No se trata de restituir al Amo antiguo, tampoco de desempolvar al padre decaído. Sino de explorar las maneras en que podemos llevar adelante el doble movimiento que nos indica la orientación lacaniana ‘rechazando la noción de carencia paterna como el canto de la declinación’.
Por el contrario ‘es a partir de la falla de la función como universal que cada sujeto reinventa un nuevo acceso a la función paterna’ (1) y encuentra una salida particular. Este invento, este artificio podrá dar lugar a un sinthoma y para ello la experiencia analítica tiene un lugar privilegiado. Sin olvidar que además del dispositivo analítico hay otras formas de intervención que pueden ser orientadas por el psicoanálisis.
(1) G. Brodsky y E. Laurent, V AMP Roma, Los artificios del padre, El congreso paso a paso.