24 jornadas EOL Sección Rosario

¿Cómo empezar?
Entrevistas preliminares y entradas en análisis

Argumento

¿Por qué hemos decidido titular de ese modo las Jornadas 24 de la EOL Sección Rosario?
En primer lugar, porque se trata de una pregunta que interpela a un analista constantemente, adquiriendo con el tiempo y con los tiempos sesgos diferentes.

1- Primera torsión: ¿por qué alguien decide ir a lo de un analista? Y, por otra parte, ir a lo de un analista ¿equivale a analizarse? ¿Por qué alguien iría, cuando las supuestas soluciones están al alcance de un click? Soluciones para todos, inmediatas.
El para todos es insuficiente. Encontramos en Freud una respuesta clara y que nos orienta: “El motor más directo de la terapia es el padecer del paciente y el deseo que ahí se engendra, de sanar”.[1] Entonces, una persona sufre y sabe que ese sufrimiento le concierne.
Freud escuchó el sufrimiento de sus primeras pacientes histéricas, ellas le enseñaron que había un padecimiento que excedía el campo de la medicina, y que era ocasionado por una representación de tinte sexual, por lo tanto, inconciliable. A partir de este punto funda su teoría de la defensa, en tanto acto psíquico (inconsciente).
Pero Freud no se detuvo ahí. Caló al sujeto hasta el punto de aislar la pulsión de muerte como inherente a los seres humanos; al verificar hoy su actualidad podemos afirmar la vigencia del Psicoanálisis.
¿Cómo se presenta en nuestros días la pulsión de muerte? ¿De qué manera encontramos esa articulación en la clínica actual?

Es Lacan quien, de diferentes maneras a lo largo de su enseñanza, refiere al goce del síntoma como aquello que persiste. Pero se trata de un goce que un sujeto encuentra como perturbador, sea por horroroso, por excesivo, o por escaso. J-A Miller dice: “¿Acaso es excesivo formular que un decir que no al propio goce es constitutivo del síntoma como tal, es decir, del síntoma en la medida en que puede ser puesto en juego dentro de un análisis?”[2]
Se llega entonces a un análisis por un síntoma, que deberá construirse a partir de su presentación inicial: queja, demanda, acting, pasaje al acto. Sea del modo que se presente, implica siempre una conmoción que impulsa al sujeto a buscar una respuesta.

2- Segunda torsión: Lo preliminar. Antes de las entradas, tenemos las bienvenidas. Si hablamos de las bienvenidas en nuestra orientación lacaniana, nos estamos refiriendo a las entrevistas preliminares. ¿Qué entendemos por entrevistas preliminares? ¿Preliminares a qué? Cuando hablamos de preliminar no es sólo en el sentido de algo que antecede cronológicamente sino y, sobre todo, se trata de una antecedencia lógica. ¿De qué manera se introducen analista y analizante? Para Lacan, el comienzo de un análisis es un acto del analista, y debe sancionarse como tal.
La entrada a un análisis, ese golpe, esa conmoción de la rutina en la que se mantiene la realidad cotidiana del sujeto, es del orden de un acontecimiento inolvidable.[3] Entonces, si hay entrada, hay ese cimbronazo, eso que sacude lo inercial del fantasma.

Se llega a un analista por múltiples motivos, desde lugares variados, con demandas diferentes, muchas veces sin el proyecto de comenzar un análisis. Pero, se inicia un análisis siempre de la misma manera: con la transferencia. Nuestra clínica es una clínica bajo transferencia, es una clínica que incluye al analista y esta dimensión es la marca registrada que nos separa indefectiblemente de cualquier otra modalidad terapéutica.
¿Cómo pensar la transferencia hoy? ¿Cómo articularla con la interpretación?

3- Tercera torsión: ¿cómo comenzar a practicar el psicoanálisis? Esta pregunta vuelve a ponernos en el banquillo, toca nuestra formación y la política del psicoanálisis en relación a la pertenencia a una Escuela.
La transferencia no se juega solamente en el lazo analista- analizante sino también entre el analista y la comunidad analítica, la Escuela y el psicoanálisis en sí mismo.
Y es aquí donde la pluralización de entradas del título cobra un nuevo sentido.

4- Cuarta torsión. Lo singular. El Psicoanálisis hace lugar a lo singular de cada sujeto, y es desde esa posición que los practicantes pueden intervenir en campos diversos: autismo, urgencia, jurídico, género, psicosis ordinarias (no desencadenadas), práctica hospitalaria, institucional, interdisciplinaria, consultorio, entre otros. ¿De qué modo interviene un analista?
Eric Laurent plantea que “nuestra vía no es la de etiquetar, sino la de singularizar. Singularizar sin olvidar, frente al real de la clínica, que existen los tipos clínicos.[4]
Hay del delirio en cada ser hablante; nada más delirante que el propio fantasma que nos impulsa a ver y hacer para obtener un sufrimiento monótono, una inercia constante. Pero también, es singular el modo de gozar propio que permite anudarnos y que Lacan nombra como sinthome. Interrogaremos a partir del trabajo con casos clínicos, de qué manera se articula el sinthome con el tipo clínico, en el trabajo cotidiano del practicante de estos días.

Hasta este punto llega esta introducción a las 24 Jornadas anuales de la EOL Sección Rosario. Lo que sigue, será construido por los que allí nos encontraremos y por los que ya se están encontrando y poniendo en juego su propia enunciación para intentar responder a la pregunta: ¿Cómo empezar?

Silvana Facciuto
Cecilia Gorodischer
Carolina Rovere

Ejes temáticos: Demandas de análisis. Transferencia e interpretación al inicio. Dificultades y obstáculos en las entradas en análisis. Acto analítico y entrada en análisis. Deseo del analista. La orientación por el síntoma. Angustia, acting y pasaje al acto ¿Diagnóstico de estructura? Su posible función al inicio. Psicosis: un tratamiento posible. Adolescencia y entradas. Reanálisis e inicios. La formación y la Escuela
Comisión organizadora
Responsable: María Marciani
Comisión: Roberto Bertholet, Cecilia Gorodischer, Diana Wolkowicz y Ana Prieto

[1] Freud, S.(1913), Sobre la iniciación del tratamiento, en Obras Completas, Amorrortu, Buenos Aires, 1993, p. 143[2] Miller, J.-A.  Causa y Consentimiento, Buenos Aires, Paidós, 2019. p. 49.[3] Miller, J.-A y otros (1985), Clínica bajo transferencia, Buenos Aires, Manantial p. 6.[4] Laurent, E. “La despatologización neuro del autismo y la nuestra” en Lacaniana Nº 32. Bs. As. Eol, 2022.

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